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Seguridad en instalaciones eléctricas de baja tensión en el sector minero

Seguridad en instalaciones eléctricas de baja tensión en el sector minero

No es un secreto que existen diferentes riesgos eléctricos al trabajar en proyectos o explotaciones mineras. Sin embargo, estas no sólo se asocian a la alta tensión, sino también a instalaciones de baja tensión presentes en equipos, sistemas de control, y dispositivos eléctricos utilizados que pueden representar peligros significativos si no se manejan adecuadamente. 

¿Por qué la seguridad es fundamental en las operaciones mineras?

Los riesgos de la minería pueden estar asociados a la clasificación de la actividad, ya que la pequeña minería presenta una tasa de accidentes 6 a 7 veces más alta que la gran minería, debido a las condiciones operativas, los métodos de trabajo y la infraestructura disponible. 

Es esencial implementar medidas preventivas efectivas, como el uso adecuado de equipos de protección personal, capacitación constante y protocolos de emergencia. Garantizar un entorno seguro no solo cumple con la legislación, sino que también es un imperativo ético que permite proteger la vida y la salud de los trabajadores, asegurando a su vez la sostenibilidad de la actividad minera.

Para ayudarte a reducir los riesgos, compartimos algunos consejos de seguridad en instalaciones eléctricas de baja tensión. Esto incluye la compra de productos para proyectos eléctricos que sean de marcas reconocidas, con certificaciones de calidad y que cumplan con los estándares internacionales de seguridad, garantizando así su fiabilidad y resistencia en condiciones extremas.

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1. Dejar sin tensión una instalación antes de realizar trabajos eléctricos 

Este proceso debe ser realizado para garantizar que la instalación esté completamente libre de energía, lo cual es esencial para evitar cualquier riesgo de electrocución o accidentes durante los trabajos. Debe ser hecho por trabajadores autorizados, quienes cuentan con la formación y experiencia necesarias para llevar a cabo la desconexión de manera segura y conforme a los procedimientos establecidos.

2. Asegurarse de que no hay forma de que se dé una reconexión

Para evitar cualquier retroalimentación eléctrica involuntaria, es esencial colocar dispositivos de maniobra que queden asegurados. Estos dispositivos deben ser bloqueados para prevenir que se restablezca la tensión de forma accidental. 

Por ejemplo, se pueden utilizar candados o mecanismos de bloqueo en los interruptores y seccionadores, garantizando que solo los trabajadores autorizados puedan manipularlos. No está de más también incluir señalización clara que indique que la instalación está desconectada y en mantenimiento.

3. Implementar protección contra sobrecargas y cortocircuitos

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Es fundamental contar con sistemas de protección para evitar el riesgo de incendios y daños a la instalación debido a sobrecargas o cortocircuitos. Los componentes de la instalación, como motores, cables y otros dispositivos eléctricos, deben ser seleccionados de acuerdo con la carga que van a soportar para evitar que se sobrecalienten. 

Para proteger los circuitos, se deben utilizar dispositivos como fusibles y disyuntores automáticos, que corten el flujo de corriente en caso de que se detecte una sobrecarga o cortocircuito, evitando así daños en el sistema eléctrico. Además, es importante realizar inspecciones periódicas para garantizar que el aislamiento de los cables y otros elementos eléctricos se mantengan en buen estado.

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Asegurar una correcta puesta a tierra

Una de las medidas clave para garantizar la seguridad en las instalaciones eléctricas de baja tensión es la correcta puesta a tierra de los equipos y estructuras metálicas. Esto ayuda a evitar que los componentes bajo tensión puedan representar un riesgo eléctrico para los trabajadores, ya que, en caso de un fallo en el aislamiento, la corriente seguirá un camino seguro hacia la tierra. Es esencial verificar que todos los sistemas de puesta a tierra estén correctamente instalados y funcionando, y que las conexiones se mantengan en buen estado, ya que una puesta a tierra deficiente puede aumentar el riesgo de descargas eléctricas peligrosas.

 

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