El material termoplástico libre de halógenos es una elección preferida en aplicaciones donde la seguridad y la baja toxicidad son fundamentales. Este tipo de material es conocido por su resistencia al fuego y su capacidad para no propagar llamas ni emitir gases tóxicos cuando se expone al calor. Además, los termoplásticos sin halógenos son respetuosos con el medio ambiente y cumplen con las regulaciones de sostenibilidad, lo que los hace ideales para una variedad de aplicaciones en la industria eléctrica, electrónica y de construcción.
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